18 de mayo de 2007

Desolación

¿Cómo es posible ver colores cuando nada te motiva, cuando nada es como te gustaría que fuese?

A los niños, muchas veces se les hace una gran bola en la boca cuando empiezan a comer carne, aquello crece, y crece y el niño no es capaz de masticarlo ni de tragarlo, la angustia se va apodernado de sus actos y en vez de actuar se queda bloqueado medio ahogado y sin saber qué hacer.

A los niños más mayorcitos, muchas veces se les hace una gran bola en la garganta cuando empiezan a tener emociones, cuando empiezan a descubrir el mundo y este choca frontalmente con la idea que tenían en sus cabezas. Intentan digerirlo y al ver que no lo consiguen la angustia se va apoderando de sus actos, en vez de actuar se quedan bloqueados y medio ahogados sin saber que hacer y actuando por inercia.

Desolación es la acción o efecto de desolar que es sinónimo de destruir, arrasar. Cuando alguien siente una profunda desolación lo único que hace es destruirse, arrasar todo lo bueno que tiene y quedarse sólo, cerrado al mundo exterior y rodeado de basura, como un remolque de feria abandonado al que ya nadie irá a buscar diversión.

6 comentarios:

jarenas dijo...

Tío me ha llegado mucho, en serio. Y la foto igual.

En otro orden de cosas: a ver si afotamos un día de estos (es decir, cualquier finde ) que ya hay ganas, por supuesto con sus jarras fresquitas reglamentarias para mitigar el cansancio ;)

Un abrazo Ido

Anónimo dijo...

Has estado sembrado, Ido. Una introducción magnífica a una foto sin pega alguna.

Yo, si estoy por aquí, me apunto a mitigar cansancios … y a lo que se tercie.

Un saludo,

Ana Yturralde dijo...

A mí me has dejado absolutamente sin palabras...

Desolación...

¿y cuál es el antídoto?

Anónimo dijo...

La bruma espesa, eterna, para que olvide dónde
me ha arrojado la mar en su ola de salmuera.
La tierra a la que vine no tiene primavera:
tiene su noche larga que cual madre me esconde.

El viento hace a mi casa su ronda de sollozos
y de alarido, y quiebra, como un cristal, mi grito.
Y en la llanura blanca, de horizonte infinito,
miro morir intensos ocasos dolorosos.

¿A quién podrá llamar la que hasta aquí ha venido
si más lejos que ella sólo fueron los muertos?
¡Tan sólo ellos contemplan un mar callado y yerto
crecer entre sus brazos y los brazos queridos!

Los barcos cuyas velas blanquean en el puerto
vienen de tierras donde no están los que no son míos;
sus hombres de ojos claros no conocen mis ríos
y traen frutos pálidos, sin la luz de mis huertos.

Y la interrogación que sube a mi garganta
al mirarlos pasar, me desciende, vencida:
hablan extrañas lenguas y no la conmovida
lengua que en tierras de oro mi pobre madre canta.

Miro bajar la nieve como el polvo en la huesa;
miro crecer la niebla como el agonizante,
y por no enloquecer no encuentro los instantes,
porque la noche larga ahora tan solo empieza.

Miro el llano extasiado y recojo su duelo,
que viene para ver los paisajes mortales.
La nieve es el semblante que asoma a mis cristales:
¡siempre será su albura bajando de los cielos!

Siempre ella, silenciosa, como la gran mirada
de Dios sobre mí; siempre su azahar sobre mi casa;
siempre, como el destino que ni mengua ni pasa,
descenderá a cubrirme, terrible y extasiada.
(Desolación, Gabriela Mistral)

bart dijo...

Excelente...muy bien trabajada...en todos los sentidos :-)

Un saludo :-)

Anónimo dijo...

¿Desolado?...¿es así como te sientes?... pues vente corriendo al faro y arremetemos contra el vino del "milenium"...si quiere Toñín se puede apuntar... luego unos bailoteos de salsa y desaparecen todas las penas... que no penes (en valencià)...

laprimadeido