25 de febrero de 2011

Edades




4
-!Que no entre! Si entra todo se derrumbará, tendremos que volver a empezar de nuevo. Nadie puede entrar en la habitación, no puede entrar la luz, no puede haber nadie más, si entran todo se irá, desaparecerá la calidez, volveremos a la superficie, volverá a hacer frío. Tendríamos que esperar a que se vayan para volver a construir, para volver a levantar esas pequeñas construcciones en la cabecera de la cama, me gustan, son pequeñas construcciones que zumban, zumban cálidamente, es un zumbido que adormece, relaja, cuanto más altas son más zumban, más te relajan, más cálido se va volviendo todo, zumba, vibra. Cuanto más y más crecen más y más profundo se vuelve todo, más y más oscuro, cálido. Me gusta estar así, aislado, calentito, profundamente enterrado. Espero que nadie entre, ¡nadie puede entrar!. La goma sigue sujetando mis pies, las sábanas están algo mojadas, pero hay calidez, zumbido, oscuridad y poco a poco la construcción es más y más alta, poco a poco hay más y más paz. Se está bien.
8
Todo ha cambiado, todos han desaparecido, todo ha desaparecido, hay un zumbido lejano -¿serán ellos? Da igual, ¡qué más da! ya no están, se acabó, no tengo que fingir más, no tengo que esforzarme más por entenderlos, la lucha terminó, ellos ganan, ellos se quedan con su estúpida lucha de nivel, con sus estúpidas normas y su competencia, se lo pueden llevar todo allá a donde vayan, ya no me importa, sólo espero que nadie venga, que nadie pise esta zona, están construyendo y se vendría todo abajo, desaparecería esta calidez, desaparecería esta paz, me volverían a arrancar a la superficie, sentiría frío, los volvería a ver, el zumbido lejano se convertiría de nuevo en un ruido invasor de estúpidas modas que vuelan, espero que no venga nadie, aquí se está bien, aquí no hay nadie y nadie puede haber, si alguien viniese sería catastrófico, tendría que volver a empezar, tendría que volver a verlos, tendría que volver a crear esta cálida atmósfera, no es fácil.
11
La escala ha vuelto a cambiar, es fácil jugar con las escalas ¿lo hará todo el mundo? ¡no sé, no me importa! Espero que nadie aparezca, ahora que he conseguido cambiar la escala, sería un desastre tener que volver a intentarlo, tener que volver a verlo todo tal y como es. Aquí se está mejor, el universo lo he metido en un metro cuadrado de arena y ramas, ramas que vibran, que zumban, aquí se está bien y no hay sitio para nadie más, eso me gusta, eso hace que sea un buen sitio, a mi medida, con mi escala, con mi temperatura, con mi aislamiento. Se está bien, puedo ir más profundo, puedo perderme más, seguro que se está más cálido, seguro que se está mejor más abajo. Espero que no venga nadie, que no me hagan volver a poner el universo como es, no quiero tener que volver a cambiar las escalas, no quiero tener que volver a verlos, no me gusta su frío, no me gusta su escala. Aquí se está mejor, zumba, baja, oscurece. Calidez entre las ramas. ¿Todos los humanos seremos capaces de hacer esto? ¿Por qué no lo hacen?
18
La tierra vibra, el suelo zumba, ¿izquierda o derecha?, no conozco ninguno de los dos caminos, no conozco qué hay más allá. Cada paso me adentra más en el silencio, cada paso me adentra más en el aislamiento, cada paso me transmite el vibrar de la tierra, el zumbar de la soledad, su calidez, su oscuridad. El camino es polvoriento, espero ver algo interesante, espero que el camino dure, se está bien, no hay nadie, se está cálido, hace calor, es de día, ¿qué habrá más allá? Espero conseguir una buena, espero que nadie venga, espero que nadie aparezca, que nada interrumpa. El camino avanza, poco a poco se está más cálido, más profundo, más oscuro. Las piedras zumban, transmiten calidez, el suelo vibra, no hay nadie, no hay nada. Mi estómago zumba, cosquilleo, calidez. Se está bien y no hay nadie, espero no encontrarme a nadie, espero no tener que retroceder todo el camino, volver a empezar, volver a ver el sol, que sigue ahí pero que ya no veo, que ya no me calienta. Se está bien, ha paz, hay calidez. ¡Nadie puede venir!
31
Caos, puro caos. ¿Por qué no entra? ¿cuántas corrientes habrá? Es caótico, es imposible adivinar su próximo movimiento, su próxima ruta. No se puede saber si volverá o se quedará en el fondo, si se quedará allí para siempre, hundida, aislada ¿no debería flotar? ¿las corrientes están hundiéndola? El agua vibra, el suelo zumba, se está bien, se está cálido y cada vez la semilla está más profunda, cada vez se aísla más en el fondo, ¿querrá volver a la superficie? ¿volver a sentir el oxigeno, el frío, el mundo? Se está bien, todo tiene un cálido zumbido, todo tiene su justo punto de aislamiento, de equilibrio, el caos acomoda las vibraciones que me adormecen, que me mandan más y más profundo, que me equilibran, que defienden el pequeño mundo que acabo de crear a mi escala, a mi gusto, a mi temperatura. Podría estar días así, podría no comer con tal de no volver arriba, donde hace frío, donde nada zumba, donde el aire se respira por necesidad. ¡Espera! ¡Qué ha pasado! Me han sacado de golpe a la superficie, me han hecho abandonar mi pequeño mundo, todo ha dejado de zumbar, todo ha dejado de compartir su calidez. ¡Qué ha pasado! Ha sido ella, me ha atacado por la espalda, me ha rodeado con sus brazos, me ha hecho volver súbitamente al mundo de escala normal... ¡Espera! noto calidez, noto que todo vibra, se está bien, se está cálido, en equilibrio, en paz. Con ella se está bien, mi mundo vibra, el suelo zumba y no hace frío. Nunca más estaré solo.