19 de febrero de 2009

Presente perenne




La escuchas hablar con ellas, la escuchas llorar con ellas. Jamás viste unas plantas tan llenas de vida, quizá porque están regadas con las lágrimas del amor, quizá porque están abonadas con la rabia de la incomprensión.

Años atrás entraste en sucios callejones, entraste en laberintos que tu cabeza era incapaz de controlar. Saliste de aquello, entraste en tu vida y él apareció. Y la vida se fue, y tu vida metió tu corazón en una caja pequeñita y bien cerrada. El destino te lo arrebató, se fue y te dejó sus plantas, su recuerdo y tu incomprensión.

Por las mañanas hablas con ellas, y le preguntas a él. Por las mañanas riegas sus plantas con las lágrimas del amor. Durante el día dudas caminos, piensas salidas y ves, poco a poco, destellos de libertad.

Apenas conocí unas horas los ojos que riegan el recuerdo de tu dolor. Apenas las vi, no las hablé, las respeté y las admiré. Jamás, vi plantas con tanta vida, con tanta luz.

Sé que sí, sé que las plantas te escuchan, y sé también que es a ti misma a quien hablas muchas mañanas, sé que es imposible guardarse todo dentro y no salir de vez en cuando a respirar. La cajita pequeña, sabes que es enorme, sabes que es un espacio que apenas acabas de comenzar a llenar, y es así, lo sé, ábrela.

Cuando una planta en una maceta está llena de vida, trasplantarla a suelo libre, de la forma adecuada, puede hacer que se convierta en una planta fuerte y firme, generosa en su belleza y generosa en su color.

Tu corazón, que quedó atrapado en una cajita pequeña, necesita salir, necesita comunicar y poco a poco, como una planta que crece y se hace fuerte, madurará y dará el fruto más sabroso que hayan visto. Lo sé, lo vi en la tranquilidad de tus ojos, lo vi en la serenidad de tus palabras, no hace falta que salga el sol todos los días para saber que, detrás de las nubes siempre brilla el sol.

Ya has regado bastante tu tierra con tus lágrimas, deja que salga el sol y crece en libertad, rompe la maceta y crea tu mundo como tú creas has de crearlo. Crea un mundo sin pasado, sin futuro. Créate un presente perenne.