6 de septiembre de 2007

Diálogo adiabático

- Se dice que algo es adiabático cuando no intercambia calor con el medio que le rodea o con otros sistemas. Así pues, un recinto adiabático sería aquel en el que no es posible el intercambio térmico entre el exterior y el interior.

- Es mejor callar cuando no se sabe qué decir, lo malo es que todos esperamos que nos contesten, que nos den la réplica o una simple confirmación de canal, que sonrías o que asientas con la cabeza. ¡Expón tu opinión!, ¡dime qué te parece!, ¿cómo lo ves?

- A veces, la habitación está tan fría que pide a gritos un intercambio térmico. Un fluir energético con el exterior.

- Te obligan a hablar, a sonreír e incluso a comulgar con aquello que no entiendes o no compartes. Jugar con unas reglas que no comprendes y que te parecen del todo injustas. Me gustaría poder poner yo mis propias reglas, jugar con quien yo quisiera y abrir la puerta, dejar pasar el calor y ver por fin una cara, no sólo las sombras de Platón.

- A veces, varía tan bruscamente la temperatura dentro de la habitación que los materiales que la forman crujen y se agrietan.

-Ocurre, muchas veces sucede, y de golpe me doy cuenta que estoy pintando el cielo de verde y los bosques de azul, que sonrío llorando y cuanto más me alejo más te quiero. Todo cambia de golpe y vuelvo a ver que la empatía es posible, que todo es más sencillo de lo que parece. Sólo hay que avanzar y todo sucede como en un tiovivo de feria, y ocurre que me canso de ser y todo se retuerce entre los gritos que provoca el frío abisal.

- El universo tiende a distribuir la energía uniformemente, es decir, a maximizar la entropía. Se entiende por entropía, la medida de la uniformidad de la energía de un sistema.

- A veces, no encuentro a nadie entre la gente, veo miles de pies caminando aceleradamente, esquivándose e importunándose. Levanto la mirada y no veo sus cabezas, veo grandes bloques cúbicos y herméticos. Pequeñas habitaciones adiabáticas. Pero el caso es que, entre ellas se entienden, comparten las mismas rutas migratorias para escapar de, o hacia... Comparten los mismos combustibles y proyectan sombre mi los mismos malos humos. Se comunican he intercambian energía, y por eso me da por pensar que el que vive aislado soy yo. Quizá el témpano de hielo hermético que desentona en el desierto sea yo. Seguramente sea yo el que no deje que entre el calor ni consiga que este frío interno escape. Seguramente soy yo la pieza que no encaja. No tengo vuestra temperatura, no soy isotermo con respecto a ti.

Retratos y robados III