Siempre hay alguien que se para a mirar, a visualizar las proyecciones de sus sueños en el blanco del horizonte, entonces, otros seres humanos, animales de manada, se paran a encontrar lo que mira el otro... ¿Por qué está mirando... qué habrá? Se detienen, miran, puede que hasta se relajen mirando el paisaje, vuelven a mirar a la primera que se sentó a contemplar sus sueños, retoman su afán curioso mirando nuevamente al horizonte y tras unos minutos, viendo que no hay nada siguen su camino, dejando atrás el mejor paisaje que podía haber visto, sus propios sueños.
A otros no les hace falta soñar, viven en el.
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